Salud

5 razones por las que no deberías saltarte las revisiones periódicas veterinarias

Las visitas anuales (o cada 6 meses) veterinarias son chequeos rutinarios indispensables para poder identificar problemas de salud de forma temprana. Además, es una manera muy sencilla de ahorrarte sustos (¡también dinero!) y ayudarte a conocer mucho mejor a tu perro o gato. De hecho, el momento ideal para realizar una visita a tu centro veterinario es cuando tu compañero peludo se encuentra en buen estado, pues será cuando realmente estés realizando cuidados preventivos.

Si aún no te hemos convencido, sigue leyendo y descubre cinco importantes razones por las que debes llevar regularmente a tu perro o gato a chequear su salud.

1) Tu animal es un experto en esconder problemas

Una de las características evolutivas que comparten tanto los perros como los gatos es que han aprendido a “poner buena cara” y a esconder el dolor y las enfermedades para no parecer vulnerables ante otros animales. Esto significa que, en el momento en que tú identificas un problema en tu compañero peludo, es porque ya no es capaz de esconder más el dolor que está sintiendo y, probablemente, lleva mucho tiempo sufriéndolo en silencio.

2) Tu veterinaria es una experta en destapar y prevenir problemas

Pequeños signos oculares, respiratorios y cardíacos, entre otros, pueden ayudar a detectar desde un leve malestar hasta graves patologías.

Afortunadamente, a pesar de lo expuesto en el apartado anterior, disponemos de profesionales veterinarios que están especializados en detectar los cambios más sutiles que puedan indicar algún problema o síntoma de enfermedad. Esto es posible gracias a los chequeos rutinarios en los que pequeños signos oculares, respiratorios y cardíacos, entre otros, pueden ayudar a detectar desde un leve malestar hasta graves patologías.

¿En qué consiste un chequeo periódico veterinario?

Durante un examen físico veterinario, se chequean muchas partes del cuerpo, entre ellas:

  • Ojos: pueden revelar la presencia de glaucoma, incremento de la presión sanguínea, cáncer, infecciones fúngicas, así como el estado de salud del sistema nervioso.
  • Orejas: examinar esta parte anatómica permite identificar y prevenir infecciones, así como la posible presencia de parásitos.
  • Boca: el mal aliento puede indicar una deficiente salud dental, un tumor oral, problemas pulmonares o incluso la presencia de diabetes.
  • Cuello: en esta zona es posible examinar los linfonodos, los cuales permiten descartar desde procesos infecciosos hasta cáncer.
  • Pecho: los ritmos cardíacos anormales pueden dar pistas vitales sobre el estado circulatorio y hormonal del animal.
  • Abdomen: en esta región se encuentran muchos órganos vitales de tu perro o gato, así como otras importantes estructuras. Durante el chequeo veterinario, se comprueban las dimensiones de estos y la posible presencia de dolor en la palpación.
  • Estado de salud general: ¿las articulaciones de tu compañero funcionan correctamente?, ¿muestra sobrepeso o infrapeso?, etc.

3) Las revisiones y pruebas veterinarias pueden evitar que tu perro sufra dolor, estrés y desarrolle enfermedades

Durante las visitas de control, el veterinario está construyendo un conocimiento sobre tu animal, el cual le permite establecer su “salud basal”. Es decir, cuanto más a menudo acudas a la clínica veterinaria, mejor conocerán a tu perro o gato y más fácil será identificar qué le está ocurriendo cuando detecten algún cambio o signo que no sea habitual.

Asimismo, la detección temprana a través de análisis de orina, sangre o heces puede ayudar a diagnosticar y tratar algunos problemas menores antes de que se conviertan en patologías más graves. Algunos de ellos son:

  • Diabetes: las pruebas de orina y de sangre rutinarias son esenciales para detectar estadios iniciales de diabetes en tu perro o gato y tratarlos antes de que vayan a más.
  • Hipertiroidismo: una producción excesiva de hormona tiroidea puede dañar el corazón de tu animal, riñones, ojos…, y causar una peligrosa elevación de la presión sanguínea. Los análisis de sangre pueden revelar las elevaciones de dicha hormona, o cierta tendencia al alza.
  • Anemia: detectar una caída de los glóbulos rojos de forma temprana puede indicar un gran abanico de problemas, desde una intoxicación o un tumor hasta una infección o un problema renal.

4) Las revisiones periódicas de salud pueden ahorrarte mucho dinero

Efectivamente, ¡tu bolsillo agradecerá las revisiones periódicas! Las visitas de emergencia y los tratamientos crónicos elevan mucho el coste de los procesos médicos, de forma que detectar y tratar de forma temprana las enfermedades suele traducirse en una menor inversión económica en tu clínica veterinaria.

Son muchas las enfermedades que, si no se diagnostican a tiempo, acaban derivando en problemas más graves que suponen costes terapéuticos más altos.

5) Las revisiones veterinarias son tus sesiones de pregunta-respuesta

Los chequeos rutinarios son el momento ideal para preguntar todo aquello que pueda resultarte interesante, curioso o preocupante acerca de tu perro o gato.

Los chequeos rutinarios no solo sirven para detectar cambios en la salud de los animales, sino que también son el espacio ideal para que puedas preguntar todo aquello que pueda resultarte interesante, curioso o preocupante acerca de tu perro o gato. Si únicamente ves a tu veterinario/a durante situaciones de emergencia, será difícil que puedas resolver todas esas dudas.

En definitiva, aprovecha las revisiones veterinarias para descubrir más sobre tu compañero peludo, afianzar vuestro vínculo, asegurarte de que su salud sigue bajo control, ¡y evita llevarte sustos innecesarios!